Según dijo Tardá en rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces, del "efecto Marbella" hay que extraer varias enseñanzas. La primera se relaciona con "los peligros del populismo" en una sistema democrático donde el único objetivo es utilizar las instituciones en propio beneficio.

Denunció en segundo lugar la "dejación" de las fuerzas políticas democráticas que "han mirado para otro lado durante años" y que están permitiendo casos como el marbellí, aunque sin llegar a la "caricatura trágica" de lo ocurrido en la localidad malagueña.

En ese sentido, Tardá denunció casos de corrupción similares en el País Valenciano donde se están realizando operaciones urbanísticas "muy ligadas a especulación sospechosa". Se trata, a su juicio, de casos "parecidos" que, aunque afectan a zonas con "un peso específico distinto, padecen el mismo cáncer".

El portavoz de ERC expresó su deseo de que este caso sirva de "catarsis de los peligros de la degeneración de las instituciones democráticas usurpadas por el gansterismo". "No hay mal que por bien no venga", aseguró, antes de afirmar que "no hay proceso de regeneración si no hay antes una crisis".

Finalmente, Tardá rechazó que el supuesto cobro de comisiones del 3% a los concesionarios de obras por parte de Gobiernos de CiU denunciado por Pasqual Maragall pueda ser comparable al caso marbellí.

Ese supuesto cobro fue denunciado por el propio Maragall en el Parlamento catalán, lo que fue considerado por Tardá una "salida de tono" del presidente de la Generalitat que no contaba con el acuerdo del resto de las fuerzas integradas en el tripartito.