El Grupo Parlamentario de ERC salió en pleno a una sala contigua al hemiciclo, donde continuaba la sesión de control al Gobierno, para lamentar que esta tarde ha vivido un acto que "es una humillación a la lengua catalana, que nos deja perplejos" y va "más allá de la mala educación" del presidente.

Tardá recalcó que hoy se ha dado un "paso atrás" cuando ERC pensaba que se iba por "buen camino", ya que desde junio formulaba sus preguntas en catalán, por lo que considera un "delito de irresponsabilidad por parte de personas que tienen cargos institucionales de primera magnitud que han puesto una piedra en el camino".

El portavoz de ERC manifestó su "indignación" ante esta decisión de Marín y avanzó que su grupo va a mantener su actitud "coherente, firme y trabajando en beneficio por la pluralidad". Insistió en que "no esperábamos este trato, no sabemos a qué obedece", por lo que emplazó al Gobierno a promover el "respeto para todas las lenguas cooficiales del Estado".

Denunció "otra contradicción", ya que el Gobierno español ha manifestado que hará lo posible e imposible para que el catalán pueda ser lengua de trabajo en la Unión Europea, algo que "no es respetado en el Parlamento español".