La iniciativa de crear un foro de diálogo que sirviera para impulsar el proceso de paz en el País Vasco partió del presidente del Grupo, Agustí Cerdá, quien comenzó los contactos esta semana.

Las representantes de Eusko Alkartasuna, Begoña Lasagabaster, y de Nafarroa Bai, Uxue Barcos, se mostraron favorables a la iniciativa de Esquerra, pero los portavoces de CiU, PNV y BNG, coaligados en Galeuscat, rechazaron la propuesta.

Tampoco IU, que suele coincidir con ERC en sus planteamientos sobre la pacificación de Euskadi, vió con buenos ojos la creación de un foro exclusivamente nacionalista a iniciativa de un partido político para promover la paz.

A su juicio, este tipo de propuestas deben correr a cargo del Gobierno y deben incluir a todas las formaciones políticas, puesto que todas están afectadas por la situación de violencia y deben contribuir a consolidar el proceso de paz.

Pese al fracaso de la iniciativa, ERC insiste en afirmar que está "legitimada" para exigir al Gobierno que aproveche esta oportunidad de acabar con la violencia y considera que todos los partidos tienen una cuota de responsabilidad en la consecución de la paz.

El primer objetivo que Esquerra pretendía lograr era pomover un ámbito de diálogo distendido y una serie de gestos de entre los cuales el acercamiento de presos tenía una importancia destacada. De hecho, ERC seguirá reclamando el cumplimiento de la Ley Penitenciaria en ese punto.

Esquerra seguirá comprometida en el impulso del proceso de paz, pidiendo al Gobierno que haga todo lo que esté en su mano para que no naufrague y solicitando a la izquierda abertzale que propicie un desbloqueo real de la situación mediante el fin de la violencia callejera.

Cerdá aseguró el martes pasado que un fracaso del proceso "será un fracaso de la democracia, un fracaso con responsables políticos", tanto en el Gobierno como en la oposición y la izquierda abertzale, del que habrá dar explicaciones a los ciudadanos.