Según Tardà, el debate sobre la Ley de Asilo "ya presagiaba una Ley de Extranjería menor, de poca ambición, contaminada con retazos derechistas y, por supuesto, secuestrada por la crisis económica".

Esquerra sostiene que la resolución de la "ecuación" que se plantea entre la regulación de los flujos inmigratorios y la coyuntura económica requiere la "máxima escrupulosidad" en todo lo relativo a derechos sociales, humanos y de ciudadanía, y alejarse lo más posible de los "senderos de populismo anticrisis".

Tardà explica que Esquerra ha decidido presentar enmienda a la totalidad "aún valorando la incorporación al texto de la ley, de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional en todo aquello relativo al derecho de asociación, reunión, manifestación, sindicación y huelga de las personas inmigradas".

Pese a estas modificaciones, la norma impulsada por el Gobierno "no alcanza, respecto al ámbito de los derechos sociales de las personas inmigrantes, el universo de los requerimientos que exige una sociedad de democracia avanzada, tal como se refleja en algunos de sus artículos relacionados con la vivienda, la educación o el reagrupamiento familiar".

ERC rechaza la pretensión de ampliar a 60 los días de reclusión de las personas inmigrantes irregulares en los Centros de Internamiento, que considera "un verdadero atentado contra los Derechos Humanos, máxime cuando de forma paralela se obviaponer en cuestión la situación de las personas en situación de irregularidad en estos mismos centros'.

Además, Tardà asegura que "la ley tampoco aborda la necesidad de reformar de forma profunda la estructura administrativa" para articular la necesaria coordinación con las Comunidades Autónomas" que "deben tener garantizado el ejercicio de sus competencias exclusivas".

En ese sentido, Esquerra reclama que se permita a los gobiernos autónomos "intervenir" en los procesos de concesión de los permisos de residencia permanente y de la misma nacionalidad. Tardá también echa de menos que la nueva ley no regule las garantías del derecho al voto, ignorando "un debate de fondo necesario".