En declaraciones a Servimedia, Ridao pidió al Gobierno español "que nos deje tranquilos, porque todos los partidos catalanes ya somos mayores y estamos emancipados políticamente, y hable sólo cuando el texto llegue a Madrid".

Alertó de que "apreciamos un intento insistente de armonizar el marco autonómico, de equiparar a todas las comunidades autónomas, y en Cataluña no nos hemos puesto en este trance para quedarnos como estábamos, sino para darle una vuelta más al tornillo".

Ridao considera que en ese intento de homogeneización se encuadran las filtraciones interesadas sobre los informes solicitados por el Ejecutivo acerca de la constitucionalidad de la propuesta catalana y la estrategia "centralista" del ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla.

En esta situación, felicitó al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, por asumir el "liderazgo" de este proceso de negociación con el fin de desbloquear el texto en una semana, la que entra, en la que se desarrollarán contactos formales e informales al más alto nivel.

Denunció que el acuerdo se ha estancado por la "colisión entre dos vectores: los sectores más jacobinos del PSOE, que quieren dejar el Estatuto lo más disminuido posible para no incomodar a Zapatero, y los de CiU, incluido el propio ex presidente Jordi Pujol, que buscan el bloqueo del Estatuto para propiciar elecciones anticipadas".

ERC, "LOCOMOTORA DEL ESTATUT"

En este escenario, es ERC la que "ha actuado como locomotora del proceso estatutario y la que va a promover que el acuerdo continúe en esa dirección", lo que requiere "desenmascarar a los sectores quintacolumnistas de CiU y el PSC", declaró.

Aseguró que Esquerra está dispuesta a llegar a acuerdos, para lo que puede asumir la propuesta de CiU de crear un concierto económico similar al vasco, siempre que la formación nacionalista asuma una posición "más realista y pragmática".

También puede plantearse el "alcance de los derechos históricos" y concretar sobre qué materias se pueden aplicar, cuestión en la que considera un "gesto positivo" el decálogo hecho público por el propio Maragall, aunque, advirtió el portavoz de la formación independentista, en ningún caso ERC va a "desistir o renunciar a su planteamiento".