El combinado español, formado por Roser y Elisabet Xalabarder, Ima Villa y Vicente Naranjo, se impuso a conjuntos de más de 15 países, tras dominar la prueba de las 100 millas (160 kilómetros).

Según fuentes de la Federación Española de Hípica, en la victoria fue decisivo el papel desempeñado por el entrenador Francisco Castejón, que impuso la marcha adecuada para pasar los diferentes controles veterinarios impuestos por la organización.

En la prueba nocturna, los españoles superaron los controles situados en los kilómetros 40, 80 y 120, excepto Vicente Narano, que fue eliminado en este último punto porque su caballo no recuperó el ritmo normal de sus pulsaciones en el tiempo reglamentario.

Castejón decidió entonces asegurar la medalla y en uno de los tramos más duros, con importantes subidas y muchas piedras, ordenó al equipo hacer a pie la "posta" de los 120 a los 140 kilómetros.

El equipo francés, que iba por delante, perdió entonces la primera plaza en favor de los españoles, que lograron pasar el último control, a tan sólo 5 kilómetros de la lína de meta.

España ya había conseguido la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de Suecia del pasado año, pero en aquella ocasión se compitió con caballos alquilados, ya que las fronteras se encontraban cerradas a causa de la peste equina.

Esta vez, se logró el título europeo con caballos propios, en una competición en la que la clasificación individual fue encabezada por el belga Dominic Crutze.