El padre Ciriaco Javier Cirujano, que perteece a la diócesis de Plasencia (Cáceres), fue secuestrado el pasado día 29 de mayo en su parroquia de San Jacinto, en la diócesis de Cartagena (Colombia), donde llevaba ejerciendo su ministerio desde hace 30 años. Noticias no confirmadas señalan que el sacerdote ha sido torturado y maltratado.

El presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, Jóse Diéguez, que suscribe el citado comunicado, señala también su preocupación porque estos actos puedan remitir nuevas vocacones sacerdotales.

"Que su testimonio de servicio a la Iglesia misionera", indica José Diéguez, "haga más fecundo el ministerio pastoral de todos los misioneros y a la vez despierte en la juventud nuevas vocaciones de servicio a los más necesitados de amor en el mundo".