Según datos del último número de la publicación oficial de la OCDE "Main Economic Indicators", correspondientes a octubre del 2000, la inflación española, del 4%, era sólo una écima superior al promedio, pero el diferencial sube hasta 1,4 puntos si se excluye de la comparación a los cinco paises con precios más inestables: Grecia, Hungría, Méjico, Polonia y Turquía.

El diferncial de inflación español se agranda aún algo más, hasta un punto y medio, en relación a los siete grandes de la economía mundial (el conocido como G-7), que registraba un crecimiento de precios del 2,5% cuando España se situaba en el 4%.

El país con inflación más baja dentro de la OCDE es Suecia, on un 1,1%, si se hace la excepción de Japón, hundido todavía en una crisis que le ha llevado a una indeseada deflación, hasta el punto de registrar una caída de precios del 0,9% a finales del 2000 en relación a las mismas fechas de 1999.