No obstante, para mantener ese ritmo de creación de empleo, las Cámaras insisten en que es necesario apoyar la iniciativa empresarial eliminando las trabas existentes a la creación y desarrollo de actividades emprendedoras, adecuar la fiscalidad y el marco jurídico a as nuevas tecnologías y las condiciones que impone la globalización, y avanzar más rápidamente en el proceso de diálogo social que está en marcha.

Como datos negativos de la evolución del mercado laboral en 2000, las Cámaras señalan que la participación de la mujer en el mercado de trabajo sigue siendo escasa y que continúan los problemas en el paro de larga duración. Además, indican que hay "estrangulamientos" en algunos sectores, regiones y cualificaciones profesionales por la escasez de mano de obr, y cita como ejemplos el caso de la construcción en Cataluña o la falta de profesionales en nuevas tecnologías.