La EPA muestra una evolución realmente preocupante en este apartado, ya que los hogares sin un sólo empleado han aumentado en 144.500 durante el último año y en 37.840 a lo largo de los tres primeros meses de este año.

Por contra, hay 5.865.770 hogares en los que todos están ocupados en alguna actividad laboral, si bien este grupo de "privilegiados" también ha disminuido sustancialmente, en 279.670 durante los últimos doce meses.

La crisis ha heco que los parados sean cada vez menos exigentes a la hora de aceptar una oferta. Actualmente, un 71,58 por ciento aceptaría un trabajo que implicara un cambio de oficio, un 57,33 por cien aunque supusiera ingresos inferiores a los que correspondan a su cualificación y un 62,65 por cien pese a que la propuesta sea una de categoría inferior a la esperada.

No obstante, sólo un 28,79 por cien diría sí a una oferta que entrañara un cambio de residencia.