En rueda de prensa, Enya explicó que empezó a trabajar en este disco en diciembre de 1998 y, respecto al tiempo transcurrido entre su anterior trabajo y éste, consideró que dos años no es demasiado para componer un álbum de esta magnitud.

"Cuando compongo soy muy lenta" dijo. "Lo queintento es expresar mis emociones, mis sentimientos. Cuando llego al estudio es como si estuviera ante un lienzo en blanco".

Sobre la etiqueta de "new age" que se le pone a su música, indicó que esto no tiene prácticamente ningún significado para ella. "Tu compones tu música, haces tu música. Cuando acabo de componer entrego mi trabajo. Me siento feliz y lo que menos me importa es la etiqueta. Lo importante es que la gente lo escuche", explicó.

Respecto a su forma de componer, dijo que utiliza báicamente el piano y su propia voz y posteriormente su productor, Nick Ryan, la graba en el estudio como si se tratara de una actuación en directo.

Preguntada precisamente sobre las razones por las que no realiza conciertos en vivo, la artista confesó no saber cómo podría emularse en directo lo que se hace en el estudio de grabación, pero aseguró que echa de menos la "retroinformación" que se consigue cara al público.

Indicó, no obstante, que va a grabar un especial para televisión y en ese prograa podrá comprobar cómo funciona la experiencia de trasladar al directo lo que está en el disco.

Tras señalar que componer es para ella como abrir su diario, Enya se declaró una persona abierta emocionalmente, mostró su predilección por los ambientes tranquilos para idear su música y subrayó que los temas de inspiración son la vida y la gente a la que quiere y ha querido.

Preguntada por el componente religioso en su música, la cantante irlandesa reconoció que existe y añadió que quizá se debe a qu es católica, aunque precisó que le gusta más una iglesia vacía que acudir a misa los domingos.