LA "ENVENENADORA DE ALACUAS" PIDE 17 AÑOS DE CARCEL PARA SU EX MARIDO
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María Blasco Navarro, que hace tres años fue absuelta de un delito de parricidio por el envenenamiento de su marido, Pelayo Amores, solicita ahora 17 años de reclusión contra éste también por un delito de parricidio, a cosecuencia de un botellazo en la cara que supuestamente le propinó.
Tras su absolución en octubre de 1989, María Blasco, popularmente conocida como la "envenenadora de Alacúas", se ha convertido de acusada en acusadora y ha conseguido sentar hoy en el banquillo a su ex marido, jefe de la Policía Municipal de esta localidad valenciana.
El 14 de mayo de 1989, antes de que se celebrara el juicio por envenenamiento, Pelayo Amores acudió al domicilio conyugal y presuntamente agredió a su esposa mientra dormía, utilizando una botella de vino vacía.
Posteriormente la amenazó con su pistola reglamentaria, pero la mujer consiguió salir al balcón y alertar al vecindario. Cuando la policía se personó en el lugar de los hechos, Pelayo Amores ya había huido.
El fiscal tipifica estos hechos como constitutivos de un delito de lesiones menos graves y otro de amenazas, por los que solicita 5 años y 2 meses de arresto, respectivamente. La acusación particular en nombre de María Blasco considera que Pelayo mores es autor de un delito de parricidio frustrado y otro de amenazas, por los que pide un total de 17 años y 6 meses de reclusión.
María Blasco negó que haya actuado movida por un deseo de venganza y dijo que más bien el que quiso vengarse fue su marido, al darle un botellazo en el pómulo, del que todavía le quedan algunas secuelas.
Pelayo Amores no reconoció los hechos y aseguró que la noche del 14 de mayo de 1989 su mujer -todavía no estaban separados- intentó que él la perdonara, pero que nollegaron a pelearse. El abogado defensor llegó a decir incluso que la supuesta agresión era fruto de la imaginación de María Blasco.
Los testigos que declararon hoy en el juicio, vecinos de la familia en su mayoría, señalaron que pudieron ver la herida sufrida por la mujer, pero no llegaron a ver al marido.
Sin embargo, uno de los hijos del matrimonio afirmó que días después de estos hechos, cuando se reunieron ambos cónyuges con algunos de sus cinco hijos para solucionar los problemas de convivecia, el padre reconoció haber golpeado a la madre.
Los peritos forenses que examinaron a María Blasco dos meses después de la supuesta agresión indicaron que le apreciaron una herida superficial en el pómulo y que la mujer sufría mareos y cefaleas.
(SERVIMEDIA)
09 Nov 1992
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