"No comparto la alarma que provoca el envejecimiento de las poblaciones. No creo que ponga en peligro el Estado de Bienestar, ni siquiera el sistema de pensiones, ni que vaya a acabar provocando la crisis de la familia, ni la de los sistemas sanitarios, como sostienen algunos", afirmó a Servimedia Pérez Díaz.

"Vivir más años no es un problema social sino un éxito, algo que favorece el mejor funcionamiento de todos los sistemas e instituciones. Además un viejo de ahora, no es el mismo que el de hace 50 años", añadió este especialista.

Según Pérez Díaz, "la democratización de la supervivencia hasta la vejez, es probablemente la revolución sociodemográfica más importante experimentada por la humanidad. Quien aborda las consecuencias del envejecimiento demográfico con ánimo alarmista olvida que se trata sólo de una expresión más del desarrollo económico y social".

Este experto afirma tener recogidos varios artículos de los años 20 en los que ya se advertía de que el envejecimiento de la población acabaría con las pensiones, "y no ha pasado nada", argumentó.

"No se puede decir que viene el lobo y no dar explicaciones cuando no llega", insistió Pérez Díaz.

Además aseguró que los mayores (siempre y cuando no sean dependientes) no sólo no son una carga para la familia, sino todo lo contrario. "La vida de la mujer trabajadora es más fácil gracias a los abuelos que se ocupan de sus nietos. Las puertas de los colegios están llenos de abuelos que recogen a sus nietos por la tarde".

Las migraciones, según Pérez Díaz, son las que han provocado que Castilla y León sea junto a Asturias, Galicia y Aragón, las comunidades más envejecidas. "Primero fue el despoblamiento de esas zonas, hoy, los emigrantes que llegan se instalan en lugares donde hay trabajo, futuro".