Este es uno de los temas que está siendo debatido en la II Asamblea Mundial sobre el envejecimiento que se celebra en Madrid desde ayer hasta el próximo viernes.

El proceso de envejecimiento de la población plantea a los gobierno la cuestión de si los sistemas sanitarios dispondrán de la capacidad suficiente para atenderlos. La Organización Mundial de la Salud sugiere que la atención a los mayores será viable si los países, las regiones y las organizaciones internacionales adoptan políticas y programas que mejoren la salud, la autonomía personal, la productividad y la seguridad de las personas mayores, es decir, que potencien la prevención.

Según un documento de la OMS elaborado para ser debatido en la II Asamblea Mundial sobe el Envejecimiento, el 62% de las personas mayores de 60 años vivían en las regiones menos desarrolladas en 2000. Para 2050, el porcentaje aumentará al 80%. Sin embargo, el desarrollo socioeconómico de los países en desarrollo no se incrementa en la misma proporción que el envejecimiento de la población.

Además estos países carecen de políticas integrales en materia de envejecimiento por lo que es necesario actuar desde un ámbito mundial para que el bienestar de los mayores sea preservado.

DISCAPACDAD

A medida que las naciones envejecen y cambian las condiciones de vida y de trabajo, también cambian los patrones y los tipos de enfermedades. Este cambio afectará en mayor medida a los países en desarrollo. Estos países seguirán luchando contra la desnutrición, las complicaciones del parto y las enfermedades infecciosas como el VIH/SIDA, el paludismo y la tuberculosis, también deberán enfrentarse a enfermedades no transmisibles, lo que supondrá una carga para los sistemas de salud.

Las patoloías crónicas, como las enfermedades cardíacas, las mentales y el cáncer, se están transformando rápidamente en las principales causas de muerte e invalidez en el mundo, incluso en los países en desarrollo. Según el Informe sobre la Salud en el Mundo de 2001, las enfermedades no transmisibles provocan el 59% de todas las muertes en el mundo.

Las enfermedades crónicas son causa de discapacidad y deterioro de la calidad de vida en ambos mundos. La discapacidad aumenta en edades muy avanzadas, pero la disapacidad asociada al envejecimiento puede prevenirse o retrasarse. En los últimos 20 años, en muchos países desarrollados ha habido una disminución notable en el número de discapacidades por razones de edad.

Las principales enfermedades crónicas que afectan a las personas mayores en todo el mundo son: cardiovasculares (como cardiopatía coronaria), hipertensión; accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, musculoesqueléticas (como artritis y osteoporosis), mentles (principalmente demencia y depresión) y, por último, ceguera y alteraciones visuales.

Las políticas de salud pública preventivas deberán tener en cuenta las necesidades de las personas mayores a la hora de hacer accesibles las ciudades y los transportes, de organizar programas de educación física, alfabetización, lenguaje de signos, programas de rehabilitación, cirugía de cataratas, prótesis, vacunas contra la gripe, etc. Las lesiones a peatones en accidentes de tránsito son mayores en las persona de edad que en cualquier otro grupo de la población.