ENVEJECIMIENTO. APARICIO CREE NECESARIO MODERNIZAR LOS SISTEMAS

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, destacó hoy en su intervención en una de las mesas redondas que se celebran con motivo de la II Asamblea Mundial sobre Envejecimiento que es "necesario profundizar en el debate sobre la sostenibilidad financiera de los sistemas de protección social ante el fenómeno del envejecimiento" dado que los cambios sociodemográficos "exigen modernizar los sistemas de pensiones y garantizar su viabilidad a largo plazo".

Aparici participó hoy en la mesa redonda "Envejecimiento y vida productiva: protección social y sostenibilidad", dentro del ciclo "Diálogos 2020", que se celebra en el marco del citado encuentro, que se celebra esta semana en Madrid, organizada por la ONU.

En su intervención, el ministro señaló que el envejecimiento tiene y tendrá importantes consecuencias en todas las facetas de la vida humana, y no sólo en los ámbitos económico y social.

"Un primer dato", dijo "nos puede dar una pista muy relevante: e el año 2000 había 9 personas en edad de trabajar por cada una de 65 o más años. Si se cumplen las proyecciones demográficas, en el año 2050 sólo serán 4".

"Estas cifras", según Aparicio, "nos ponen en alerta sobre una primera consecuencia lógica: ese cociente de dependencia incidirá de manera importante en los regímenes de seguridad social, especialmente en los regímenes tradicionales de reparto, en los que los trabajadores activos pagan las prestaciones de las personas jubiladas".

SALUD

Otro specto muy ligado al binomio envejecimiento-protección social es la salud y los necesarios servicios y prestaciones que tienen por objeto el cuidado y atención a las personas con graves problemas de autonomía personal.

"Es un hecho que la salud de las personas generalmente", destacó Aparicio, "se deteriora con la edad, lo que se traduce en una mayor demanda de atenciones de largo plazo a medida que aumenta el número de los más mayores".

Junto a esos aspectos relativos a la incidencia del envejeciiento de la población en los sistemas de protección social y en las prestaciones sociosanitarias, un tercer aspecto no menos importante es el relativo a la participación de las personas de edad en el mercado de trabajo.

Según el informe de Naciones Unidas, los países con ingresos per cápita elevados tienden hacia una menor tasa de participación, situándose en las regiones más desarrolladas en el 21% de los hombres de 60 años o más, en comparación con el 50% de los hombres en las regiones menos desarroladas.

El ministro se refirió también a que el Consejo Europeo de Barcelona de marzo pasado ya ha puesto de relieve la necesidad de aumentar las oportunidades para que los trabajadores de mayor edad continúen en el mercado laboral, mediante el establecimiento de fórmulas flexibles y graduales de jubilación, garantizando un acceso efectivo a la formación permanente.

Por último, señaló que "debemos garantizar la plena participación social de las personas mayores, eliminando cualquier atisbo de exclsión o marginación".

En la mesa participaron, además del ministro, Dalmer D. Hoskins, secretario general de la Asociación Internacional de Seguridad Social; Alistair Darling, ministro de Trabajo y Pensiones del Reino Unido; Silvia Gascón, secretaria de Estado de la Tercera Edad y Acción Social de Argentina; Robert Holzmann, en representación del Banco Mundial; Alejandro Bonilla, coordinador del sector de Protección Social de la OIT, y Albert Magarian, delegado general de la Federación Internacional deAsociaciones de Personas Mayores (FIAPA).

(SERVIMEDIA)
10 Abr 2002
L