Los olectivos que respaldan el documento intentan persuadir al primer edil para que impida la construcción de la planta, ante el peligro que, a su juicio, entrañan las emisiones contaminantes que generará.

Según Aedenat, la futura incineradora podrá tratar diariamente 600 toneladas de basuras y su coste final ascenderá a unos 8.000 millones de pesetas.

El escrito denuncia el daño que los gases derivados de la combustión de los residuos ocasionarán a la salud de los habitantes de Vallecas, Santa Eugena y Rivas-Vaciamadrid, municipio al que pertenece Valdemingómez.

Los conservacionistas consideran que el aprovechamiento energético en la incineración de basuras es poco eficaz y carece de rentabilidad, por lo que proponen como alternativa el reciclaje.

Todos los grupos que han firmado la carta solicitan al Gobierno municipal que adopte las medidas necesarias tendentes a reducir la producción de los desechos y a facilitar la recogida selectiva de los mismos.

Ante el importante respaldo que otuvo la primera marcha contra la incineradora de Valdemingómez, realizada el pasado 23 de febrero y que reunió a miles de personas, ecologistas y asociaciones vecinales están preparando la segunda para celebrarla durante los primeros días del próximo mes de abril.