De esta manera, se hace efectiva la subida del 8% pactada entre el Gobierno y los sindicatos CCOO y UGT, aprobada este martes en Consejo de Ministros y que contó con la oposición de la CEOE. En los últimos cinco años, este indicador acumula ya una revalorización del 47%.

De esta manera, España se sitúa en la parte alta del grupo medio de nivel de SMI en la Unión Europea, acorde con su PIB per cápita, y ha evolucionado con un incremento acumulado del SMI del 60,3% entre 2009 y 2022.

El real decreto también fija el salario mínimo de las personas trabajadoras eventuales y de las temporeras y temporeros, cuyos servicios a una misma empresa no excedan de ciento veinte días, para los que en ningún caso la cuantía del salario podrá ser inferior a 51,15 euros por jornada. En el caso de la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar, se fija el salario mínimo de las empleadas y empleados del hogar que trabajen por horas, en 8,45 euros, por hora efectivamente trabajada.

No obstante, también recoge que la nueva cuantía no afectará a contratos de naturaleza privada que utilicen como indicador de referencia el SMI, así como a prestaciones de administraciones públicas que también estén ligadas a la evolución de este indicador.

COMPROMISO

“Con esta subida del 8 por ciento, de acuerdo con el Informe presentado en junio de 2021 por la Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional se atiende, de un lado y de manera efectiva, al derecho a una remuneración equitativa y suficiente que proporcione a las personas trabajadoras y a sus familias un nivel de vida decoroso; y, de otro, se culmina el objetivo de que el salario mínimo interprofesional alcance el 60 por ciento del salario medio en 2023, dando cabal cumplimiento a lo dispuesto por el Comité Europeo de Derechos Sociales en aplicación de la Carta Social Europea y satisfaciendo el compromiso adquirido por el Gobierno de alcanzar la equivalencia al término de la actual legislatura”, explica el real decreto publicado en el BOE.

Asimismo, subraya que el incremento del SMI contribuye a promover un “crecimiento y una recuperación de la actividad económica sostenida, sostenible e inclusiva”, al cumplimiento de la Agenda 2030 y a una mayor cohesión social.

En este sentido, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, puso en valor que la subida del SMI es la “mejor herramienta” para luchar contra la pobreza salarial y apuntó que beneficia especialmente a los jóvenes y a las mujeres. De apuntó que hecho, las sucesivas subidas del SMI han permitido estrechar la brecha salarial de género que se ha reducido en casi cuatro puntos entre 2019 y 2021.

PROCESO DE NEGOCIACIÓN

Las negociaciones dieron comienzo a finales de 2022, tras la presentación de un informe encargado a un comité de expertos por parte del Ministerio de Trabajo y Economía Social con el objetivo de que el SMI alcance el 60% del salario medio en España al término de la legislatura.

El documento inicial se publicó en 2021 pero, ante el repunte de la inflación y la evolución de los salarios, la titular de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, pidió que el estudio fuera actualizado.

Tras ello, se celebró una reunión entre el Ministerio y los sindicatos, ya que CEOE decidió no asistir presencialmente. Eso sí, remitió su posicionamiento por escrito, en el que apostaba por una revalorización del SMI del 4%, ligado a apoyos al sector del campo y a una revisión de la legislación para que los contratos públicos de administraciones con empresas que pagan el SMI tengan que ser actualizados para que estas compañías y autónomos no incurran en pérdidas.

Después de semanas sin contactos formales, Trabajo volvió a convocar a los agentes sociales a finales de enero y nuevamente CEOE no asistió, criticando que no había recibido respuesta a su planteamiento ni conocía la cifra que ponía sobre la mesa el Ejecutivo. Su ausencia cosechó las críticas de Yolanda Díaz y de los sindicatos, que le acusaron de no cumplir con sus responsabilidades ante la ciudadanía.

CCOO pedía una revalorización que llevara el SMI hasta los 1.082 o los 1.100 euros, mientras que UGT exigía directamente los 1.100 euros. Pero, finalmente, tras dos reuniones el 31 de enero y la participación de Yolanda Díaz y los líderes sindicales Pepe Álvarez (UGT) y Unai Sordo (CCOO) se logró desbloquear el acuerdo en 1.080 euros.

En esas reuniones no se habló de una posible nueva subida a mediados de este año, aunque los sindicatos no lo descartaron en función de cómo evolucione la inflación.

Los líderes sindicales señalaron que la subida del SMI beneficiará especialmente a mujeres y jóvenes, así como a trabajadores del sector agroalimentario, de los servicios y de las comunidades de Extremadura, Canarias, Andalucía, Murcia y Galicia. Valoraron que ayudará a luchar contra la “brecha salarial de género” y a fomentar el consumo y, por ende, favorecerá al conjunto de la economía.