El feretro con los restos mortales de García Bloise, fallecida en la madrugada del martés víctima de una septicemia (infección generalizada) después de un trasplante de hígado, fue acompañado hasta su definitivo lugar de reposo por una nutrida comitiva y por la más de 1.000 personas que se encontraban presentes.

En representación del Gobierno, acudieron el vicepresidente, Narcís Serra, los ministros de Sanidad, Jose Antonio Griñán; de Educación, Suárez Pertierra; de Industria, Juan Manuel Euiagaray; de Exteriores, Javier Solana; y de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, José Borrell. También estuvieron presentes los ex ministros Jose Luis Corcuera, Rosa Conde, José Barrionuevo, Matilde Fernández, Enrique Múgica y la esposa del presidente del Gobierno, Carmen Romero.

En representación del PSOE se hallaban presentes José María Benegas y Francisco Fernández Marugán, además del secretario de Organización Cipriá Ciscar y el jefe del grupo parlamentario socialista, Joaquín Almunia. También acudieron a despedir a García Bloise el presidente del Congreso de los Diputados, Felix Pons, el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, el secretario general de los socialistas catalanes, Raimon Obiols, el ex-secretario general de UGT, Nicolás Redondo y el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, que tomó la palabra después de que García Bloise recibiera sepultura, recalcó la trayectoria de ésta en un momento en que la izquieda necesita "revitalizar los principios de justicia y solidaridad, y retomar la defensa del progreso y de los más débiles".

Méndez elogió el trabajo ejemplar de García Bloise y su defensa de los valores de la izquierda siempre dejando a un lado sus ambiciones personales.

A continuación, el presidente del PSOE, Ramón Rubial, visiblemente emocionado, destacó la dimensión humana de García Bloise y animó a todos los socialistas a "emularla".

Por su parte, el ex-secretario general de UGT, NicolásRedondo, declaró a la salida del cementerio, la importancia que tuvo García Bloise dentro del PSOE durante la clandestinidad y su contribución en los primeros momentos del partido y del sindicato.

El ex-vicepresidente del gobierno, Alfonso Guerra, evitó hacer valoraciones políticas, pero elogió a García Bloise como "ser humano excepcional que renunció a muchas cosas en su vida en beneficio de las ideas en las que había que creer".

El que sí quiso profundizar en lo que supone políticamente la pérdda de García Bloise, fue el secretario general de los socialistas catalanes, Raimon Obiols, que aseguró que "el mejor homenaje que se puede hacer a García Bloise es un reencuentro entre la UGT y el PSOE y una mayor unidad dentro del partido".

Entre las numerosas coronas de flores depositadas sobre el feretro las había procedentes de todas las federaciones socialistas y de UGT, del dirigente socialista francés Pierre Mauroy y de la familia Barrabés.