Este son los resultados que arroja el etudio sociológico "La Sociedad españolas de los 90", que acaba de editar la Fundación Santamaría, en el que se subraya que la sociedad española en su conjunto ha evolucionado en los últimos diez años con un mayor grado de equilibrio social, aunque se trate de un equilibrio escasamente dinámico.

Según el citado estudio, en el que se han sondeado a 2.637 personas de toda España, desde 1981 a 1990 las instituciones que han perdido crédito entre los españoles son la Policía, la Justicia o el sistema de lees, las Fuerzas Armadas, los funcionarios y el Parlamento, mientras por el contrario han subido en estima el sistema educativo, la prensa, las grandes empresas, los sindicatos y ligeramente la Iglesia.

Es decir, las pertenecientes al ámbito privado o ultranacional suben, mientras ganan en desconfianza las de la esfera pública y estatal.

Medidas las instituciones entre la población general en una escala de 1 a 4 puntos, el sistema de enseñanza se sitúa en primer lugar con 2,69, seguido de la Políca con 2,68, y la Iglesia con 2,61. En cuarto lugar se sitúa la Comunidad Europea con 2,53, y a continuación la Prensa con 2,51. En esta lista, la justicia o el sistema de leyes recibe 2,43 puntos, el Parlamento 2,35 y las Fuerzas Armadas y sindicatos 2,31. Los funcionarios, con 2,26, preceden a la OTAN, que ocupa el último puesto con 1,92.

La Comunidad Europea destaca por ser una institución que despierta confianza. Así, el sentimiento europeísta de los españoles, informa el estudio, es más fuerte queel que reina por término medio en la comunidad.

Un 56% de los españoles ve en la unidad europea un fenómeno positivo, mientras que sólo un 49% de los europeos opinan de igual modo. Este sentimiento desciende en las comunidades autónomas históricas de el País Vasco, Cataluña y Galicia. ESCASA

PARTICIPACION SOCIAL

En general, subraya el estudio, las características dominantes de la sociedad española de los 90 son la falta de participación de los sectores más dinámicos en el equilibrio social, lo ue explicaría la baja tasa de asociacionismo, ya que sólo el 22% de los españoles pertenecen a alguna asociación.

El español asimila los problemas sociales de manera no traumática, es decir, que cuando se producen conflictos sociales son absorbidos de un modo normal mientras no choquen frontalmente con el grueso de la sociedad.

El estudio afirma también que los españoles configuran una sociedad "desapasionada", en parte por el proceso de transición a la democracia que experimentó el país, es deci, por la vía del reformismo, que no propició un verdadero debate en las bases de la sociedad.

Aún así, el 57% de la población manifiesta estar muy o bastante satisfecho con la democracia, un porcentaje similar al europeo, aunque la satisfacción con su funcionamiento es ligera, no estimula el interés ni la discuasión ni el ánimo de convecer a los demás.

Este hecho influye también para que la España de los 90 registre un gran desinterés por la politica, desconfíe de las instituciones, a las que usaúnicamente de forma instrumental, y no surjan nuevas formas de participación política.

Esta situación de incomunicación entre los sectores sociales provoca que el español se "retraiga hacia el mundo de los privado", valore por encima de todo los contenidos y sentimientos familiares y sea la familia el principal referente ético y moral de la sociedad española.

Así, la familia es el elemento que más importa al 98% de los españoles, seguida muy cerca por el trabajo (93%) y los amigos y conocidos (90). Los aspectos que menos les interesan son el tiempo libre y de ocio (82%), la religión (54%), y por útlimo, la política (19%).

Otro rasgo que caracteriza a la España de los 90 es el auge que ha adquirido el regionalismo y el localismo, que explica, indica el estudio, el "carácter neotribal de nuestra sociedad", así como la concepción "light" o descafeinada que se tiene de la religión, en la que cada uno se fabrica su propio menú dentro de un amplio mercado de referentes morales y éticos.

ORGULLOSO DE SER ESPAÑOLES

Sin embargo, el 85% se declara muy orgulloso de ser español, y sólo un 5% siente vergüenza. Respecto a la disposición a luchar por su país, mientras en 1981 manifestaron un 53% buenas dosis de patriotismo, en 1990 sólo el 43% está dispuesto a luchar por España.

Por otro lado, la sociedad española se muestra cada vez más "homogénea", ya que las diferencias entre los distintos grupos e individuos en función de las variables sociodemográficas han perdido fuerza, a lo que han contriuido poderosamente los medios de comunicación.

Los españoles practican, además, un relativismo moral. Así, suelen declararse muy solidarios, "pero realmente cada vez practican menos la solidaridad, y sólo con las personas normales (no con los colectivo a los que se les imputan comportamientos marginales)", subraya la encuesta, que añade que "esta solidaridad no es verdadera solidaridad" porque sólo se muestra con aquellas personas con las que uno pudiera indentificarse.

LAS MUJERES ESPAÑOLAS

Po último, el informe se refiere a la evolución experimentada por las mujeres en los últimos años frente a los hombres.

"Las mujeres se siguen destacando", dice el estudio, "como más materialistas que los hombres, comparten más normas con sus padres que con sus maridos, son menos permisivas, más religiosas, menos preocupadas por la política y más de derechas". Además, le dan una importancia especial al trabajo.

Respecto a la variable de la edad, el informe diferencia entre la generación que en la atualidad tienen de 18 a 24 años y la de 25 a 34 años, y destaca a la primera como más conservadora, menos partidaria del divorcio y del aborto y de justificar las relaciones extramatrimoniales.