Tarquis hizo esta declaración a Servimedia tras conocer que los musulmanes han exigido al Estado que pague la enseñanza del Islam en la escuela.

"Siempre hemos defendido que la enseñanza religiosa es un derecho y un deber de los padres, pero que el ámbito idóneo es la propia confesión, es decir, el católico en la Iglesia y el protestante en su comunidad local", subrayó.

Aclaró que cuando la Ferede aceptó en su día que se impartiera clases de religión en la enseñanza pública "fue porque ntendíamos que no queríamos sufrir una agravio comparativo respecto a la Iglesia católica, ya que se perjudicaba a la imagen de las confesiones minoritarias".

Además, Tarquis comentó que entonces se mostraron partidarios de que la enseñanza de religión no fuera puntuable ni parte del currículum y, reiteró que "para nosotros lo lógico sería que no existiera" la asignatura de la religión, sino otra que fuera "algo similar a historia y cultura de las religiones y no una enseñanza confesional de catequesi".