Para explicar este fenómeno, los propios pacientes señalan que se identifican con el ritmo de la poesía y que ésta funciona como una catarsis que les ayuda a articular y ordenar sus confusos pensamientos.

El doctor Philip cree que la acción calmante de los versos está vinculada a la interacción de los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro. La visualización de las imágenes poéticas y la sensación producida por el ritmo poético podría estimular l sistema límbico, que es el responsable de las emociones.

"The Times" informa de que en Gran Bretaña ya hay grupos de terapia basados en la escritura creativa. La organización Poesía del Superviviente, que ha puesto en marcha unos 28 grupos de trabajo, afirma que la escritura y la poesía ejercen efectos positivos en las personas que han seguido un tratamiento por desorden mental.