"El Estado apoya firmemente y exige la liberación de estos señores, pero la exige sin condiciones. Muchas veces no se hace ni lo que se quiere ni lo que se puede, hay que hacer lo que se debe. Y en este caso, creo que el Gobierno lo está haciendo", declaró Vilar.

El delegado gubernamental en Euskadi dijo que el asesinato de Eugenio Olaziregui, ocurrido el pasado viernes, es una batalla perdida en la lucha contra la violencia pero se mostró convencido de que al final se va a ganar la guerra contra los asesinos.

Por otra parte, Enrique Villar ha señalado en relación a la decisión de los miembros de la mesa nacional de Herri Batasuna de no acudir a declarar ante la Justicia que los dirigentes de HB tienen miedo y por eso no se presentan ante los jueces. Sobre la actitud que deben mantener las fuerzas de seguridad ante esa negativa de HB a acudir a la citación judicial, fue tajante al señalar que "lo que hay que hacer es cumplir la ley con naturalidad; al que se le coge se le lleva detenido y se le lleva a declarar y punto.

En cuanto al vehículo utilizado en el atentado cometido ayer noche en el paseo donostiarra del Urumea, indicó que había sido robado en junio del pasado año en Hondarribia (Guipúzcoa). El coche había sido reforzado con bombonas e butano para reforzar la explosión.

"Era un coche robado hace tiempo, eso señala que tienen algún sitio donde guardan sus garajes maléficos", indicó el delegado del Gobierno. Mientras, la Ertzaintza ha inspeccionado los alrededores de la empresa contra la que, aparentemente, iba dirigido el coche bomba, "Bodegas y Bebidas", la antigua Savin, primera compañía española en el sector vitivinícola.