La adquisición de Energy East por parte de la eléctrica española sólo está pendiente de que este organismo dé su visto bueno a la operación. La lentitud con la que se está tramitando esta autorización guarda relación con las conversaciones que EDF y la constructora ACS están manteniendo sobre la posibilidad de lanzar una opa sobre la eléctrica vasca.

Según informa la Comisión neoyorquina, antes de conceder o denegar su autorización, ha de conocer la identidad de los "compradores alternativos" que la empresa norteamericana ha barajado, para poder valorar y comparar qué ventajas entraña la opción de Iberdorla, frente a las otras posibilidades.

Un requisito que la Comisión vincula al "interés público" de esta operación.

Según la Comisión, un informe de la Junta directiva de Energy East indica que, antes de aceptar la oferta de compra de Iberdrola, otras dos transacciones alternativas fueron consideradas.

La Comisión considera "relevante y sustancial" dicha información y tacha de "poco convincente" el "acuerdo de confidencialidad" que Energy East esgrime para no revelarla.