El nivel de endeudamiento de las familias casi se ha triplicado en el periodo comprendido entre 1982 y 1990, al pasar de 5,2 a más de 15 billones de pesetas, lo que supone un crecimiento sensiblemente superior al de la riqueza nacional, ya que el PIB pasó en ese mismo periodo de 19,5 a 50 billones. Según el Banco de España, ha sido especialmente entre 1986 y 1990 cuando las familias, animadas por la favorable coyuntura de la economía, se decidieron a incrementar sus deudas para poder comprarse principalmente viviendas y bienes de consumo duradero, como electrodomésticos y automóviles.

Ese aumento del endeudamiento, unido a la caída de las cotizaciones bursátiles por el "crack" de 1990, ha hecho que la riqueza financiera neta de las familias haya sufrido un progresivo deterioro en los último años.

Dicha riqueza, entendida como la diferencia entre el dinero, los depósitos bancarios y los valores propiedad de las familias y los créditos que tienen que devolver, se situó el año pasado en 27.805.900 millones de pesetas, un 55,5 por cien del PIB.

Ese es el nivel de riqueza financiera más bajo desde 1982. Está 5 puntos por debajo del nivel alcanzado en 1989, cuando representaba un 60,3 por ciento del Producto Interior Bruto, y es 11,4 inferior al máximo alcanzado en 1987, cuando significaa el 66,9 por cien del PIB.

Según el estudio, el mayor endeudamiento se ha visto incentivado por la liberalización de los mercados financieros, aunque en 1990 las restricciones crediticias impuestas por el Banco de España afectaron a las compras de bienes duraderos, que en el caso de los automóviles registraron un descenso del 15 por cien.

LAS EMPRESAS

Por lo que se refiere a las empresas (excluidas las entidades financieras), su endeudamiento ascendió el año pasado a 28.961.700 millones, un 19por ciento más que en 1989, como consecuencia del esfuerzo realizado por las empresas para mantener altos niveles de inversión, a pesar de contar con una menor capacidad de autofinanciación.

El informe señala que "la desaparición de la holgura financiera que ha caracterizado el comportamiento de las empresas no financieras en los últimos años puede considerarse en línea con las necesidades financieras de las empresas existentes en otros países desarrollados".

A juicio del Banco de España, esto sinifica "en cierto modo, una vuelta a la normalidad después de un periodo -1985 a 1988- en el que las empresas han gozado de una excepcional capacidad de financiación que les ha permitido reducir el endeudamiento generado en la situación de crisis anterior".

A este respecto, el informe advierte que, en los dos últimos años, la carga financiera contraida por las empresas y las familias ha sido superior al crecimiento de sus rentas.

Eso puede provocar un debilitamiento temporal de la demanda privada"e incluso podría suponer la aparición de dificultades para hacer frente a las obligaciones adquiridas, como de hecho indica el aumento de un 20 por ciento del índice de morosidad de la banca y las cajas de ahorro registrado en el último año".

Además, "es previsible que en el futuro se produzca un incremento de los fallidos soportados por las entidades de crédito, que actualmente representan el 0,5 por ciento del salvo vivo de los créditos, menos de la mitad que en 1986".

Como consecuencia, señal el informe, "las entidades deberán dedicar mayores recursos a sanear sus balances, lo que puede incidir en una contención de los flujos de financiación que conceden".

ENDEUDAMIENTO TOTAL

Por otra parte, el estudio cifra el endeudamiento total de los sectores no financieros de la economía española, a finales de 1990, en 65.552.800 millones de pesetas.

Esa cantidad, superior en 8,5 billones a la de 1989, es el resultado de sumar, al endeudamiento ya reseñado de las familias y las empresas, el delas administraciones públicas, que se situó en 21.554.500 millones de pesetas.

De esta última cifra, 18.135.100 millones corresponden a la administración central, 3.172.600 millones a las administraciones territoriales y 246.800 millones a la Seguridad Social.

En el periodo comprendido entre 1983 y 1987, el endeudamiento de los sectores no financieros de la economía permaneció constante, en torno a un 19 por ciento por encima del PIB, pero en los tres años posteriores sufrió un claro deterioro qu amplió el margen hasta el 31 por cien.

Más del ochenta por ciento del endeudamiento total ha sido contraido con las instituciones financieras (53,4 billones de pesetas). El resto se reparte principalmente entre empresas de seguros (casi 1,3 billones) y el sector empresarial (6 billones).