Según fuentes de estos grupos empresariale y financieros consultadas por Servimedia, los contactos preliminares no podrán materializarse en compromisos escritos hasta que no se conozca el pliego de condiciones del concurso, que el Ministerio de Fomento empezará a elaborar en los próximos días.

También será necesario mantener contactos con Retevisión, titular público de la sociedad estatal que se creará para dar personalidad jurídica al 'segundo operador', y conocer mejor los activos que serán transferidos a la entidad que será privatizada, as como el porcentaje de ésta que el Gobierno estaría dispuesto a vender.

En este sentido, el propio ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, ya ha puntualizado que, aunque el decreto del Gobierno establece la venta de "un 51% como mínimo" del 'segundo operador', el objetivo de su equipo es reducir la participación estatal en esa sociedad a un nivel similar a la que existe en Telefónica, su futura competidora, un 20%.

Las mismas fuentes han señalado que en los próximos días se podría procede a ladisolución de Optel, la filial creada por Retevisión con el Gobierno socialista para instrumentar el 'segundo operador' a través de ventas directas a inversores privados.

Este modelo, añadieron, "ha quedado fuera de juego con la decisión del Gobierno de llevar a cabo la privatización mediante un concurso público", y han explicado que la desaparición de la sociedad no tendrá problemas porque su capital es de 300 millones y carece de activos, puesto que Retevisión no había transferido aún a Optel ningun de sus licencias ni infraestructuras.

A falta de conocer el pliego de condiciones, Fomento ya tiene claro algunos criterios objetivos para seleccionar a los grupos que concurran, como la aportación de infraestructuras y derechos de paso, la experiencia en la explotación de redes, la posición patrimonial, la oferta económica, las inversiones comprometidas y la maximización de aportaciones a la economía nacional.

También señalaron que las declaraciones del ministro sobre la exclusión del concurso e los accionistas de Telefónica eran esperadas, pero han supuesto el pistoletazo de salida en la carrera de este consorcio financiero e industrial para colocarse en posición destacada de cara a la convocatoria.