Según informó hoy la empresa, la construcción de este parque constituye un modelo de buenas prácticas ambientales, ya que se ha trabajado para conseguir una mínima afección al patrimonio natural de la zona y para lograr su integración en el entorno.

Para ello, ENDESA ha contado con la colaboración de la Universidad de Santiago de Compostela y de las consejerías de Industria y de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, así como otros promotores de la Asociación Eólica de Galicia.

La importancia que ENDESA otorgó desde un primer momento a la conservación de los valores naturales de la Serra do Xistral ha sido ratificada después mediante la inclusión de dicho emplazamiento en la relación de la Red Natura 2000 de espacios europeos protegidos.

"Los resultados finalmente obtenidos permiten concluir que la aplicación de rigurosos criterios ambientales en la fase de proyecto y en la de construcción de una instalación como la de Leboreiro no sólo garantizan que el desarrollo de un parque no tiene por qué afectar al entorno, sino que, debidamente aplicados, dicho desarrollo puede convertirse en un instrumento más para ayudar a su preservación", señala ENDESA en un comunicado.

Este nuevo parque eólico está incluido en el Plan Estratégico de ENDESA, que recoge la puesta en operación de 2.100 nuevos MW en instalaciones de aprovechamiento de energías renovables en el plazo de cinco años en España y Portugal.