El objetivo de estas actuaciones, según informa en un comunicado difundido hoy, es reducir la emisiones hasta niveles muy inferiores a los exigidos por la legislación española y de manera compatible con el mantenimiento del consumo de los combustibles que actualmente se emplean en las centrales del Grupo.

Las medidas que prevé el plan se han aplicado en las centrales e Compostilla II Teruel y Litoral de Almería, de Endesa, con una inversión total de 41.750 millones de pesetas; en la de Alcudia, propiedad de Gesa, por un montante de 3.450 millones; y en las plantas de Granadilla, Barranco de Tiranaja, Jinamar y Candelaria de Unelco, en las que se ha realizado un desembolso de 4.800 millones de pesetas.

Las acciones han consistido básicamente en la instalación de sistemas de desulfuración de gases para la reducción de emisiones de azufre y en la instalación de preciitadores electrostáticos y filtro de mangas para disminuir las emisiones de partículas y polvo.