El Protocolo Eléctrico firmado entre las eléctricas y el Gobierno el 11 de diciembre de 1996, que sienta las bases de los CTC, en su capítulo II atribuye al Ejecutivo la facultad de modificar la cuantía que cada empresa perciba en concepto de CTC, tanto si su situación económica empeora como si mejora ostensiblemente.

"El Protocolo esaba previsto para que las empresas que estaban en el sector no sufrieran merma económica para adaptarse a un escenario de libre competencia", señaló Hinojosa.

"Si las empresas tienen sus cuentas consolidadas hasta el punto de que se producen fusiones con eliminación de activos, donde la nueva entidad está más capitalizada, es indiscutible que tienen menos necesidad de adaptarse a un escenario de competencia, que entre otras cosas se reduce", concluyó la UCE.