En declaraciones a Servimedia, Anasagasti señaló que al PNV no le gustaba, entre otrs cosas, que la sede de la nueva empresa fusionada que iba a surgir se fijase en Madrid, "sin que eso se hubiera hablado tan siquiera previamente".

Anasagasti indicó que, desde el punto de vista del PNV, la opción final de no fusionarse "no es una mala decisión". Asimismo, expresó su confianza en que, si la operación vuelve a plantearse en el futuro, "se haga de una manera completamente distinta, no con el señor Iñigo Oriol, pasándose de listo y enfrentándose a todo el mundo. Eso hay que hacerlo con citerios de mayor consolidación y eficacia, no a la brava y con trágalas".