Loa alpinistas encontraron 1.484 kilos de basura, 234 kilos de desechos humanos, 157 kilos de botellas de oxígeno vacías, 211 botes de carburante y más de 500 pilas usadas, distribuidos a distintas alturas de la montaña, hasta alcanzar los 7.900 metros.

Los miembros de la expedición esperan la llegada de varios heliópteros con capacidad suficiente para trasladar toda la basura hasta un aeropuerto en las cercanías de Katmandú.

Para mantener limpio el Everest, en 1992 se puso en marcha la construcción de un gran depósito de basura, por valor de 600.000 pesetas, además de la realización de expediciones medioambientales anuales.