Varios miembros del equipo sanitario que estaba de guardia en el hospital atendieron al animal y le realizaron un primer examen, cuando se percataron de su grave estado.

Pero la carencia de medios propios y adecuados para asistir a la oveja y el precario estado de salud que presentaba, oblig a los médicos a avisar al departamento municipal de veterinarios.

Los facultativos de ese servicio acudieron rápidamente al hospital para salvar la vida de la oveja, pero llegaron demasiado tarde, por lo que decidieron sacrificarla y, posteriormente, incinerarla.

Los médicos del hospital almeriense creen que, seguramente, el animal fue abandonado a las puertas de la sala de urgencias por el pastor al que pertenecía.

Diversas personas que estaban en los alrededores cuando ocurrieron los hechs aseguraron a los facultativos que vieron cómo un hombre sacó la oveja de una furgoneta y la dejó en la sala de urgencias del hospital, desapareciendo después misteriosamente.