Según Greenpeace, el animal, de unos 5 metros de longitud, fue hallado flotando muerto a unas 5 millas de Porto Colom (Mallorca), completamente enredado en un fagmento de estas destructivas redes de pesca.

Los pescadores baleares que se encontraban faenando en la zona avisaron a los miembros de Greenpeace, que se acercaron al lugar para identificar al animal y verificar las causas de su muerte.

Hace apenas siete días, el buque "Rainbow Warrior" de la organización conservacionista detectó la presencia de tres barcos italianos faenando con redes ilegales en las cercanías del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de Cabrera, ante lo cual los ecologistas retirron del agua más de 3 kilómetros de red de uno de estos buques, que estaba utilizando más de 12 kilómetros de red.

Según la legislación de la CE, está prohibida la utilización de redes de deriva que sobrepasen los 2,5 kilómetros. Sin embargo, existen más de 700 barcos italianos que utilizan redes de hasta 20 kilómetros, según reconoce el propio Ministerio de la Marina Mercante de Italia.

"Las redes de deriva continúan devastando el Mediterráneo. Si la CE no obliga a sus barcos a cumplir sus regulciones, muchas especies marinas pueden llegar al borde de la extinción", declaró Ricardo Aguilar, coordinador de las campañas de ecología marina de Greenpeace-España.

Según las valoraciones de la Comisión Ballenera Internacional, más de 6.000 cetáceos mueren cada año en estas redes en el Mediterráneo, cifra que algunas especies no pueden soportar.

Algunos científicos opinan que las redes de deriva pueden ser las principales causantes de una futura desaparición del cachalote en el Mediterráneo", mentras los ecologistas recuerdan que con éste, son ya 12 los ejemplares aparecidos muertos en el litoral mediterráneo durante este verano.

A juicio de los ecologistas, sólo a través de una convención de pesca de alta mar para el Mediterráneo se podrá empezar a conseguir resultados para acabar con el uso de estas "destructivas artes de pesca".