Posteriormente, la esposa acudió a la comisaría del distrito de Arganzuela, donde entregó el trozo de barra con el dedo. Desde las dependencias policiales contactaron con el panadero, que acudió esta mañana a declarar y confirmó su accidente.

El panadero señaló que a las seis de la mañana del martes los rodillos de la máquina le aprisionaron y aplastaron tres dedos de la mano izquierda.

Aunque fue atendido por un equipo del Samur y trasladado después a un centro médio, en ningún momento le dijeron que hubiera perdido la última falange del dedo. Pese a ello, aseguró que su esposa había limpiado los rodillos sin encontrar nada.