El encierro responde, según informaron a Servimedia fuentes sindicales, a la decisión de la dirección de la planta nuclear de sancionar a Julio Díez, miembro del comité de empresa de la instalación por CCOO, con la suspensión de cuatro días de empleo y sueldo.

La empresa argumenta que Díez se negó a hacer su tarea con el compañero que tenía asigndo, alegando malas relaciones y riesgo para desempeñar el trabajo, mientras que los trabajadores aseguran que el objetivo de Iberdrola "era utilizar el conflicto entre dos trabajadores para imponer una sanción a un miembro incómodo de la empresa".

Asimismo, acusaron a la dirección de aprovechar el conflicto para "enfriar" el diálogo iniciado a primeros de año con el fin de aumentar el "plus de nucleares", que cobran los trabajadores de estas inslatalaciones, y aplicar una reclasificación de personal e función de las tareas desempeñadas.

Estas conversaciones, añadieron las mismas fuentes, permitieron que hace unas semanas se aprobará un incremento del 20 por cien en el "plus de nucleares", y que se iniciaran las negociaciones para aplicar la reclasificación que reclaman los comités de empresa de Iberdrola en todos los centros de trabajo desde 1990.

Los encerrados mantendrán indefinidamente su actitud "hasta que la empresa retire la sanción contra el delegado de CCOO en Cofrentes y reabra las cnversaciones que estaban en marcha".