A juicio de las Juventudes Socialistas, en la encíclica Juan Pablo II "vuelve al ataque desde el más cerril anacronismo histórico, a agredir a la sociedad en su condena a la interrupción voluntaria del embarazo, los métodos anticonceptivos y la eutanasia, mostrándose, sorprendentemente, comprensivo con la pena de muerte".

"Una vez más", señala el comunicado, "la más alta jerarquía de la iglesia católica se empeña en onerse de espaldas a la realidad e, incluso, comete el grave error de desconsiderar las leyes que en los países democráticos, como el nuestro, defienden postulados radicalmente diferentes".

Finalmente, las Juventudes Socialistas advierten que "el integrismo religioso se viene mostrando muy peligroso y, en este caso, atenta contra principios básicos como puedan ser los derechos con los que democráticamente los ciudadanos nos dotamos y que colectivamente aceptamos".