Hace dos meses, los agentes de la comisaría de Chamartín empezaron a recibir las primeras denuncias sobre los robos, que ocurrieron en la zona de Arturo Soria y la calle Corazón de María.

La forma de actuar de los presuntos ladrones era siempre la misma: llamaban a los establecimientos para encargar una "pizza" y pedían que los repartidores llevasen cambio de diez mil pesetas. En algunas ocasiones, atracaron a los motoristas cuando iban a servr los pedidos.

Todos los asaltados facilitaron la misma descripción física de los jóvenes, hecho que permitió identificarles y detenerles ayer. Ambos se negaron a declarar en comisaría y poseen antecedentes por delitos contra la propiedad. Francisco Javier Blasco ha estado también detenido por tráfico de drogas, según informó hoy la Jefatura Superior de Policía.