El Gobierno ha dejado claro que el regulador del mercado de las telecomunicaciones "no se va a mover de Barcelona", puesto que se trata de una promesa electoral que, además, se enmarca dentro de la estrategia de descentralización del Ejecutivo.

Fuentes del sector consultadas por Servimedia, explicaron que "la labor vigilante y supervisora" de la de la CMT se ha caracterizado por "la ineficacia", lo que ha afectado al funcionamiento de los operadores, por lo que contemplan "con muy buenos ojos" la posibilidad de que la CMT abra "una sucursal o delegación" en Madrid.

"Los directores de regulación de las empresas de los operadores cada vez que tienen que ver un tema de regulación con la CMT tienen que trasladarse a Barcelona, lo que supone una importante demora en la actividad", protestaron las citadas fuentes.

No obstante, reconocieron que la CMT "ha hecho un esfuerzo este año y ha sacado temas importantes adelante", tales como la revisión de los 18 mercados de las telecomunicaciones que exigía Bruselas.