En los últimos años se ha ralentizado el crecimiento de las ventas debido a la reducción de la licitación pública y al menor número de las inversiones empresariales. De este modo, del 21% de incremento en el 2000, se pasó a un 12,8% en el 2001 y a un 5,7% en el 2002.

La ingeniería industrial es el segmento más importante al represenar el 60% de la facturación total, aunque, paradójicamente, fue el que se comportó peor el año pasado, con una cifra de negocio de 2.670 millones de euros, un 1,9% más que en el 2001.

Un 87% de la facturación total se produjo en el mercado español, alcanzando los 3.880 millones de euros en el 2002, con un crecimiento del 5,4%. Por su parte, los mercados exteriores crecieron un 7,3%, lo que significa un volumen de 590 millones de euros.