Dichas compañías no sólo están realizando contribuciones económicas, sino que también están aprovechando su presencia en el país para prestar ayuda.

Carrefour envió el día siguiente de la catástrofe 10 camiones de productos de primera necesidad, entre ellos agua, alimentos y tiendas de campaña, y prevé enviar otro convoy en los próximos días.

Asimismo la Fundación Internacional Carrefour y Carrefour China han contribuido ya con un total de 300.000 euros.

El fabricante de cemento Lafarge ha acogido a 3.300 personas que han perdido su hogar en sus instalaciones de Mianyang y Dujiangyan y les ha facilitado víveres, agua y medicamentos. También ha realizado una donación en metálico de 1,56 millones de euros para la reconstrucción de estas dos localidades.

Otras empresas contribuirán a la reconstrucción de infraestructuras. Este es el caso Veolia, empresa que suministra agua en la localidad de Chengdu, que se encargará de restablecer las conducciones hidraúlicas y que ya ha aportado dos potabilizadoras de agua que proporcionarán agua potable a 20.000 personas.

Alcatel ya ha enviado unidades de urgencia para cooperar con los operadores locales en la reconstrucción de las redes telefónicas, e instalar redes de telefonía móvil que permitan restablecer las comunicaciones completamente interrumpidas en algunas zonas.

Areva, PSA Peugeot Citroën, Luis Vuitton y Suez han hecho donativos a la Cruz Roja de China de 200.000, 91.000, 183.000 y 146.000 euros, respectivamente, mientras que los laboratorios Sanofi Aventis han destinado una ayuda de 1,37 millones de euros al Ministerio de Sanidad Chino.

Por su parte, Schneider Electric destinará 91.000 de euros a dicha ONG y otros 183.000 a la reconstrucción de colegios y la reparación de redes eléctricas, en este último caso también contribuirá con el envío de técnicos.