Según José Carlos Lacasa, portavoz de CIUA, entre 1986 y 1991 los precios de mercado del azúcar en España han crecido un 19,5 por ciento, situando el kilo de este producto a 114 pesetas, un 20 por ciento por encima de la media comuntaria.

Además, añadió Lacasa, el precio de intervención del azúcar en España está un 15,62 por ciento más caro que en el resto de los países comunitarios. Este problema se ve aún más agravado, según el portavoz de CIUA, porque España soporta el diferencial entre precio de mercado y precio de intervención más alto de toda la CE.

A juicio de Lacasa, tener el precio más alto del azúcar de toda Europa ha perjudicado mucho a la industria transformadora de este producto y la ha colocado en una situació de desventaja en relación al resto de países comunitarios.

Lacasa aseguró que "de mantenerse la actual coyuntura, cada vez nos resultará más difícil colocar nuestros productos en el mercado exterior, al tiempo que la entrada de productos importados aumentará, lo que se traducirá en una caída de la competitividad de las industrias españolas".

EQUIPARACION CON LA CE

El portavoz del CIUA insistió en la necesidad de equiparar inmediatamente los precios del azúcar entre España y la CE. Este comité edirá que la armonización de precios sea efectiva a partir del 1 de enero de 1993, y no a partir del 1 de julio de 1995 como está previsto.

En opinión de Lacasa, la equiparación de precios entre España y la CE exige aumentar la rentabilidad por hectárea del sector remolachero, que actualmente es la más baja de toda Europa, medida que debe ir acompañada de un incremento de la productividad de las azucareras y de las cuotas para la producción de azúcar establecidas por la CE para España.

Los sectors consumidores de azúcar piden que esta cuota de producción iguale al consumo de azúcar español. Actualmente, España produce un 20 por ciento menos del consumo nacional de azúcar, lo que, según Lacasa, obliga a nuestro país a importar, con el consiguiente encarecimiento del precio de este producto.

La CIUA representa a 970 empresas de los distintos sectores que utilizan el azúcar como materia prima. Estas industrias absorben el 60 por ciento del consumo nacional de azúcar y tienen una facturación conjnta de 800.000 millones de pesetas, dando empleo a un total de 55.000 personas, según sus propias cifras.