"La Inspección de Trabajo ha comprobado", según el sindicato, "que hubo manipulación en el andamio que se desplomó. La longitud máxima que debería haber alcanzado el suplemento adaptado al andamio era de 0,7 metros, pero la constructora se excedió en casi un metro".

La legislaciónestipula que los suplementos deben ser de madera y, sin embargo, fueron montados con chapa. Tampoco se respetó el grosor óptimo, de cuatro centímetros, recomendado para los andamios.

Antonio Flores, secretario de FEMCA-UGT, confirmó la existencia de numerosas denuncias formuladas ante la Inspección de Trabajo por parte de al menos 58 empleados que trabajaban en la obra y que se quejaban de la falta de medidas de seguridad. Flores denunció, además, "las amenazas que han recibido los operarios por partede 'Construcciones San José' y 'Tecny-Rey'".

Según fuentes de la Inspección de Trabajo consultadas por UGT, el expediente sancionador abierto a esas dos empresas podría resolverse con una multa de ocho millones, "por manipulación del andamio, negligencia, amenazas del capataz e incumplimiento de la Ordenanza de Seguridad e Higiene".