Según datos del sector a los que tuvo acceso Servimedia, además de los despidos anunciados por Seat y Renault (1.346 y 800, respectivamente) peligran, al menos, otros 5.400.

Así, en lo que va de año las empresas españolas han tenido que reducir un 9% su producción, debido a que la demanda de los países europeos ha bajado cerca de un 17%.

Pero, según fuentes sindicales lo peor esta todavía por llegar ya que, tanto Opel como Ford están a la espera de que se resuelva la adjudicación de la fabricación de varios modelos, de lo contrario procederán a despidos o bajada de salarios para hacer frente a la producción.

En el caso de Opel, el grupo General Motors debe decidir si concede la construcción del nuevo Opel Meriva a la planta zaragozana de Figueruelas o si opta por la polaca de Gliwice. Si finalmente la fábrica polaca se queda con el pedido, Opel eliminará 3.000 puestos de trabajo directos y otros 2.000 indirectos.

Lo mismo sucede con la planta valenciana de Ford que en las próximas semanas espera conocer si el nuevo modelo que sustituirá al Ka se montará en España o no. No obstante, todavía no se han comunicado despidos ni recortes de horas.

Otro de los principales fabricantes, Volkswagen, también se enfrenta a complicaciones, pero en este caso derivadas del fin del ciclo del modelo Polo. En este caso, la dirección se plantea reducir horas de jornada laboral y, consecuentemente el sueldo.