El estudio, que ha sido ealizado a partir de un sondeo a más de 2.000 empresas españolas, indica que el 95,6% de los encuestados considera la calidad como el factor que más favorece la competitividad, mientras que el 93,2% se inclina por el servicio a los clientes.

El tercer lugar en esta lista de preferencias lo ocupan los costes, según el 83,8% de los encuestados, por delante del precio, que es considerado como factor determinante para el 75,7% de los preguntados.

Además, los datos de las Cámaras revelan que las empreas españolas creen que la promoción, la consolidación de la marca y el tamaño del negocio son los elementos que menos influyen en la competitividad.

Estos resultados suponen "un cambio de tendencia" en las empresas españolas y muestran que "España compite cada vez menos en precios y más en valor añadido", explicaron hoy las Cámaras.

En cuanto a las políticas de empresa, los encuestados consideran la formación de los trabajadores como la mejor opción para ser competitivos, y a continuación, la estbilidad económica, las nuevas tecnologías y un euro fuerte.

Por otro lado, el 82,8% de las empresas españolas opina que la competitividad de su negocio "ha permanecido estable o ha evolucionado" el año pasado, mientras que el 45,2% cree que en el 2003 se mantendrá la misma tendencia que en el 2002.

Por sectores, el 32,8% de las empresas de la construcción considera positiva la evolución de la competitividad en el 2003, mientras que en el pasado ejercicio era el 46,3%. También en el sector del comrcio, la valoración cae al 32,8% en el 2003, frente al 35,3% en el 2002, según las Cámaras.

De los datos también se desprende que "las pymes deben mejorar su competitividad", mediante la especialización, la calidad y una mayor valoración de la innovación