Según el propietario de Fundiciones Canarias, en la actualidad es insolvente ya que su empresa quebró debido a una serie de circunstancias que propiciaron que la empresa tuviera que cerrar.

El Ministero de Hacienda solicita la devolución de los 92 millones de pesetas que se le concedieron como incentivos en la construcción de una nueva planta, además de otros 28 millones en concepto de intereses. El Estado solicita dicha cantidad debido a que incumplió los requisitos, ya que su empresa no comenzó a funcionar en el plazo estipulado.

Filemón López asegura que la empresa iba bien hasta que comenzaron a construir la nueva planta en el polígono industrial de Güimar, al sureste de Tenerife.

Afirma qe tenían los créditos y ayudas correspondientes, pero una serie de circunstancias sucesivas fueron retrasando la culminación de la nueva factoría, con un presupuesto global de 600 millones de pesetas. La fábrica que les iba a suministrar la maquinaria quebró, quedándose con una parte del dinero adelantado. Problemas burocráticos que paralizaron la obra durante un tiempo y la impaciencia de los bancos en querer cobrar son las causas a las que el empresario atribuye su ruina.

López Dorta pide al ministeio y al Banco Exterior, que tiene embargada la propiedad de la nueva planta de fundición, que le dejen volver a crear los 39 puestos de trabajo que tenía Fundiciones Canarias antes de quebrar. Confía en llegar a un acuerdo con el Banco Exterior para reanudar la actividad de su empresa de fundiciones y ponerse al día en los pagos.