El alcalde de Bollullos, Diego Valders Sosa, declaró hoy a Servimedia que se ha puesto en contacto con representantes de las administraciones central y autonómica con el fin de conseguir ayudas para la familia propietaria de la empresa, cuatro de cuyos miembros murieron en el siniestro.

Tanto el Ayuntamiento de Bollullos como el Gobierno Civil de Huelva aseguraron que "Pirotecnia del Condado" contaba con autorización desde 1985 y que la factoría estaba clasificada como "taller de tercera categoría".

El alcalde agregó que la empresa nunca dio problemas legales ni de otro tipo y se caracterizaba por el cumplimiento escrupuloso de las normas en este tipo de fábricas".

Según fuentes del caso, los fallecidos en la explosión son el propietario del taller, Antonio Camacho, de 53 años; su hijo Antonio, de 17; dos sobrinos de 18 y 30 años y un amigo de la familia de 14 años. Se espera que puedan ser identificados hoy.

Vecinos de Bollullos, localidad situada a unos 50 kilómetros de Huelva capital, indicaron que la explosión se escuch incluso en algunas poblaciones cercanas y que en un primer momento muchas personas creyeron que se trataba de una bomba.

La explosión destruyó prácticamente una de las cuatro casetas de "Pirotecnia del Condado" y no llegó a afectar al almacén, situado a escasos metros, donde se guardaba una importante cantidad de material pirotécnico.

Especialistas de la Guardia Civil continúan investigando las causas del siniestro y sospechan que pudo tratarse de un fallo en la manipulación del material cuando e cargaba en un vehículo.