Los aparatos, que desaparecieron durante las fiestas de Semana Santa, iban a ser distribuidos entre distintos concesionarios de la capital.

La policía también ha detenido a Dariusz Drozd, de 23 años, como supuesto colaborador de Rosak. Ambos son de nacionalidad polaca.

Los responsables de la empresa que denunciaron los hechos manifestaron que ninguno de los accesos al amacén presentaba señales de fuerza, por lo que las fuerzas de seguridad sospecharon de un empleado recientemente contratado que conocía la ubicación exacta de la mercancía.

Las primeras investigaciones revelaron que Marek Rosak había cambiado de domicilio sin comunicarlo a la empresa y que durante los últimos días había protagonizado alguna ausencia por absentismo laboral.

Los funcionarios detuvieron a Marek Rosak y Dariusz Drozd en una entidad bancaria de Madrid cuando trataban de hacer efectivoun cheque por valor de 75.000 pesetas, en el que la empresa figuraba como librador.

En el momento del arresto los dos ciudadanos polacos llevaban cinco de las videocámaras sustraídas, a las que hay que sumar otros cinco aparatos que la policía localizó posteriormente en la consigna de la estación de Atocha.

Las otras 43 cámaras de vídeo aparecieron en el nuevo domicilio que había adquirido Marek Rosak en la localidad de Alcalá de Henares (Madrid).