EMILIO ATTARD: EL CONGRESO NO ES UN JUZGADO ASAMBLEARIO AL QUE CORRESPONDA ENJUICIAR A UN PRESIDENTE DEL GOBIERNO

- Dice que sólo puede exigir responsablidades políticas a través de la cuestión de confianza o la moción de censura

VALENCIA
SERVIMEDIA

Emilio Attard Alonso, quien fue presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Libertades Púbicas que debatió la Constitución de 1978, manifestó hoy que la voluntad del constituyente en relación con la exigencia de la responsabilidad criminal de un presidente del Gobierno "no fue convertir al Congreso en un juzgado asambleario".

En declaraciones a Servimedia, Attard explicó que esa voluntad se limitaba a apreciar si la demanda de suplicatorio contenía o no indicios de delito suficientemente probados para otorgarlo o denegarlo. "Pero siempre", matizó, "con el propósito de que fuera la Sala de o Penal del Tribunal Supremo la que enjuiciara en cada caso."

Attard, que a sus 80 años se mantiene activo en su retiro de Rocafort (Valencia), ha publicado recientemente un "Diccionario de Política de la Transición", colabora en varias publicaciones y participa en númerosas fundaciones y entidades jurídicas de la región valenciana.

Quien condujo con reconocida habilidad el debate del consenso constituyente recordó que, como reflejan las actas del Congreso y del Senado, el debate del hoy artículo102 -entonces 95- de la Constitución, se limitaba a establecer el procedimiento para exigir la responsabilidad criminal de un presidente del Gobierno.

"En ningún caso se pretendía", añadió, "que el Congreso se pronunciara sobre el sumario, ni se convirtiera en juzgador, sino que se remitía esa responsabilidad a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo".

SOLO EL SUPLICATORIO

"No es el Congreso", prosiguió, "el que se judicializa. A la Cámara Baja le compete sólo una cuestión de procedimiento: elotorgamiento o no del suplicatorio. El enjuiciamiento de quien comete delito desde el ejercicio del poder político corresponde a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo."

En su opinión, el Congreso no tiene más exigencias de responsabilidad respecto de un presidente del Gobierno que las políticas, que, a su modo de ver, se sustancian por la vía del otorgamiento o denegación de la confianza, o por el voto de censura constructiva, otorgando la confianza a un candidato sustituto.

Attard indicó que a sugerencia del presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Fernando Cotta, puede ser utilizada como una "escaramuza de la defensa, pero no habrá grupo parlamentario que la secunde."

Aunque evitó pronunciarse sobre el fondo del problema político surgido a raíz del "caso GAL", Attard rechazó la idea de que esté en peligro la democracia. "Las instituciones democráticas están muy vivas", agregó, "y los que fallan son los hombres. Esa conferencia que nos anuncian los socialistas puede ser una disracción otoñal respecto del tema de fondo, que corresponderá dilucidar a los jueces."

(SERVIMEDIA)
03 Ago 1995
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