Esa cifra supone un 6,2 por ciento de aumento en relación al mismo periodo del año pasado y se mantiene dentro de la linea de crecimiento sostenido en las remesas enviadas por los emigrantes durante los ltimos años.

La importancia económica de los emigrantes ya no es equiparable a la que tenían en los años sesenta y setenta, cuando el despegue económico se apoyó de manera decisiva en las remesas que enviaban a España y en el "boom" del turismo, los dos pilares del "desarrollismo".

Sin embargo, su aportación, además de no ser desdeñable, es amplísimamente superior a las remesas enviadas por los inmigrantes extranjeros que trabajan en España, pese a la idea generalizada de que España se está convitiendo en un país con un gran nivel de inmigración.

A este respecto, los datos del Banco de España son concluyentes, ya que muestran que el dinero repatriado por los inmigrantes fuera de nuestro país ascendió entre enero y agosto a 42.000 millones de pesetas, 181.000 millones menos de lo enviado por los emigrantes españoles desde el extranjero.

No obstante, también esos 42.000 millones de pesetas remitidos por los inmigrantes a sus paises de origen reflejan el lento pero firme crecimiento de estapartida durante los últimos ejercicios, y es una cantidad superior en un 10 por cien al mismo periodo del año pasado.

La diferencia entre los envíos de los emigrantes españoles y los inmigrantes que viven en nuestro país obedece tanto al mayor número de los primeros, con especial presencia en Francia, Alemania, Bélgica y Argentina, como a su mayor potencial económico.

A este respecto, los datos del Ministerio de Trabajo indican que los inmigrantes extranjeros en España están empleados sobre todo omo temporeros del campo, camareros, obreros de la construcción y asistentes del hogar.

La última información del Ministerio de Trabajo sobre este particular, referida al periodo de enero a mayo de este año, muestra que se concedieron 42.215 permisos de trabajo a inmigrantes, de los que 19.709 fueron para marroquíes, 3.170 para peruanos, 2.863 para dominicanos, 2.370 para chinos y 1.245 para filipinos.

De los permisos autorizados, 7.973 eran para trabajar en el campo, 4.737 para la hostelería, 11091 para ocuparse como personal doméstico en hogares y 4.000 para la construcción.