Ruíz declaró a Servimedia que el Consejo General de la Emigración llevaba muchos años trabajando, junto con la Administración y el Gobierno, en este texto, a fin de unificar reales decretos en esta cuestión que "estaban dispersos".

En este sentido, explicó que, a día de hoy, los emigrantes están acogidos a una ley preconstitucional de 1971, "que casi está vacía de texto".

Francisco Ruíz aclaró que, una vez que el Parlamento apruebe este Estatuto, los emigrantes españoles tendremos un instrumento que "nos va a garantizar fuertemente" derechos que estaban dispersos y sujetos "a ciertas interpretaciones y valoración de una Administracion u otra para darle un contenido diferente".

Finalmente, resaltó que el Estatuto reconoce al español en el extranjero y a sus hijos, no como emigrantes, sino como ciudadanos españoles con todos sus derechos.