Según la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid), la tercera parte de las mujeres con asma empeora durante el embarazo, por lo que el seguimiento frecuente y regular de las gestantes asmáticas por parte de médicos experimentados es "esencial" para garanizar la seguridad tanto de la madre como del niño.

En cuanto al momento del parto y días siguientes conviene seguir haciendo el mismo tratamiento que se realizaba durante el embarazo, aunque evitando, si es posible, el uso de broncodilatadores beta adrenérgicos a dosis elevadas y de forma prolongada durante las jornadas, previstas al mismo, dado que pueden producir una cierta relajación uterina y prolongar el proceso de dar a luz.

Por otra parte, Neumomadrid advierte de que las asmáticas que haya seguido tratamiento con corticoides sistémicos de forma continua, que hayan recibido corticoides hasta una semana antes del parto o tres ciclos separados durante el año previo, deben indicárselo al médico para que reciban un tratamiento suplementario con esteroides.